Mel y Mató son hermanos, de buen carácter (cariñosos, obedientes y sociables) y de tamaño pequeño. Mel apenas pesa cuatro kilos y Mató seis. Tienen siete años, una edad estupenda porque les queda mucho por delante pero ya han sentado sus cabecitas, por eso me cuentan que pasean tranquilos y sin tirar, que se les puede pasear a placer con una sola mano.
Duermen juntos, en la misma cama, son inseparables y desde la asociación barcelonesa Pataners, la asociación que los rescató de la calle, quieren que siga siendo así. No quieren que se separen, buscan una adopción conjunta, un hogar que abra sus puertas a ambos.
E, incomprensiblemente, ese hogar, esa familia, no llega.
Han pasado por varias manos a lo largo de su vida hasta que ser abandonados en la calle donde sobrevivieron varios meses gracias a que Mató cuida y protege a su hermana que es más tímida e insegura.
Buscan personas que comprendan que en pareja la vida sabe mejor… que no los separen y repartan amor a dos manos. Lo que no separó el frío, el hambre, el miedo y la tristeza, que no lo separe el ser humano.
Como si se hubieran jurado lealtad eterna, Mel siempre sigue a Mató y, éste nunca la deja atrás. Estos dos hermanitos han vivido siempre juntos.
Mató es súper simpático y se va con cualquiera que le haga dos mimos. Se derrite con una caricia y cuanto te conoce te sigue a todas partes como una sombre, pero es un perro tan fiel, que no abandonó a su hermana para irse detrás de nadie a buscar un hogar.
Mel, al ser más pequeña es tímida y algo desconfiada. Cuando te conoce puede ser más empalagosa y faldera que Mató, pero de entrada no se fía y nunca se hubiera espabilado sola en la calle. Es admirable ver como Mató cuida y protege a su hermana.
Si quieres conocerlos o más información, puedes acudir a la Asociación Pataners, en Barcelona o llamar al 930021876
En Facebook podéis acceder a más fotos y vídeos de esta pareja.